
Jon Watts retoma al personaje, de nuevo encarnado por Tom Holland, pero no llega a la misma altura, ni a la de la imaginativa Spider-Man: Un nuevo universo, ganadora con toda justicia del Oscar a la mejor película de animación. Pese a que están compuestas con sofisticados efectos visuales, quizás resulten un tanto rutinarias sus escenas de acción en distintas localizaciones mundiales, al estilo de James Bond, con destrucciones de lugares emblemáticos.
Funciona mejor su parte de comedia romántica para adolescentes, muy al estilo del cine ochentero de John Hughes. Las interpretaciones son buenas.
Almudí JD