El hombre sin rostro*

Arranca con los problemas académicos y afectivos de un chaval, Chuck, al que falta la cercanía de un padre. Como Chuck desea ingresar en una academia militar, necesita ayuda extra que no puede proporcionarle la escuela. Y Justin, un hombre amargado por un suceso misterioso que le dejó desfigurado su rostro quemado, y que vive sin compañía en una casa apartada, se convertirá inesperadamente en el maestro que le da valiosas clases particulares, donde no sólo aprende la materia necesaria para el anhelado ingreso, sino que realmente descubre el valor del conocimiento y de la amistad. El enriquecimiento será mutuo, pues también Justin recupera la alegría de vivir con los progresos de su pupilo.