Vivir sin parar*

Paul Averhoff una vez fue una leyenda como corredor de maratón. Incluso ganó la medalla de oro en las Olimpiadas de Melbourne de 1956.
Pero los días de gloria han pasado. Ahora tiene más de 70 años y vive con su esposa Margot en un hogar de ancianos donde solo puede elegir entre apuntarse al coro o a las clases de manualidades... y ¡¡¡no aguanta más!!!...