Director:
Peter Hedges; Guion: Peter Hedges; basado en un argumento de Ahmet Zappa; Intérpretes: Jennifer Garner, Joel Edgerton, Ron Livingston. 105 min.
Disney estrena un extraño cuento de fantasía que, a pesar de su
surrealismo, pone el dedo en la llaga en cuestiones de actualidad como
la paternidad y la educación. El arranque es muy clásico: una pareja
feliz recibe la dura noticia de su imposibilidad de tener descendencia.
En seguida, se pone de manifiesto que depositaban todas sus esperanzas
en ese hijo que no va a llegar: tenían decidido cómo iba a ser, qué
aficiones iba a disfrutar, qué instrumentos musicales iba a tocar y qué
deportes practicaría. Todo lo tenían escrito en un cuaderno: era un
proyecto aparentemente perfecto. La narración fantástica empieza cuando
una noche aparece en su jardín de forma misteriosa un niño ya crecido
que va a cumplir una a una todas las expectativas de sus nuevos padres.
En la primera parte del film tenemos el antimodelo de padres: su hijo
es un proyecto personal, proyecto por el que se desviven. Pero el
desarrollo de la trama va desvelando la verdadera lección que ellos van a
aprender: que la vida es un don, lleno a su vez de dones, y que la
sabiduría está en acogerlos y aceptarlos sin pretensiones.
Reseña